Otro triunfo y nos acercamos a nuestro objetivo trazado a mitad del torneo, terminar en la mitad de tabla. Nos asustó un poco los malos resultados obtenidos, pero el fútbol estaba; faltaba un toque de suerte para volver a sumar de a tres.
El sábado se ganó por la mínima con un gol del Negro Omar, quién emulando a Samuel en la semis de la Libertadores con Boca, lo gritó sin mesura, dejando soltar toda la bronca contenida por su falta de gol desde el año pasado. El Negro no es de gritar goles y por eso el alivio y el festejo.
El equipo jugó aguerrido, como es su costumbre, y mereció una amplia diferencia, pero no se dio.
Personalmente prefiero guardar algunos goles en la cartuchera para el próximo fin de semana, cuando enfrentemos al dificil equipo de Inter.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario